Reflexión

Cuantas veces en el amor nos hemos comportado de una forma tan egoista que hemos olvidado hacer feliz a nuestra pareja por tanto buscar la nuestra?
No voy a pensar cuales han sido las causas de este desenlace, porque ya es tarde y no importan. Seguro que los dos lo podiamos haberlo hecho mucho mejor, Ella teniendo un comportamiento más similar a mis carencias afectivas y a lo que yo entendía por una relación convencional y yo por no haber sabido quererla de una forma menos egoista, poniendome más a menudo en su lugar. La realidad de todo esto es que nuestra relación se fue desgantando, que no nuestro amor, y estuvimos aferrandonos a este, porque era lo que nos mantenía con vida. Ninguno de los dos supimos dar más de si, reconvertir nuestra relación y esto nos llevó a tener grandes diferencias y estas a su vez algunas separaciones, la útima concretamente hace 2 meses. Sin comunicación. El domingo pasado volvimos a encontarnos, sentimos las mismas sensaciones de siempre, ya que siempre serán infinitas, pero todo había cambiado. Debo reconocer que yo tenía en mente proponer ese tipo de relación que seguro de haberla planteado antes hubiera dado resultado pero ya era demasiado tarde. Ella había retomado su relación con su ex, una persona excelente que siempre ha estado ahí apoyandola en todo comprendiendola donde yo no había llegado. El caso es que el shock fue grandisimo, vi perder todo por lo que había luchado tanto tiempo, sin poder ver más allá y mirar por su felicidad. Ahora he comprendido todo, he visto que mi enamoramiento tampoco era el mismo de cuando empezó la relación, me alegro de que ella pueda ser feliz, porque la quiero, y aunque ahora siento un sentimiento grande de tristeza por todo lo que no volveré a compartir con ella, espero que pronto cambie y me quede con todos esos sentimientos bellos que hemos mantenido. Y aunque ahora me cueste tener una relación proxima, lucharé porque nuestra amistad no se deteriore y sigamos manteniendo ese tipo de unión incondicional y pura que hemos tenido desde el primer día.
Hoy la he llamado deseandola toda la felicidad posible, dandole la enhorabuena, sintiendome bien, ya que por una vez he mirado más por su felicidad y no la mía.